La empresa plantea esta medida con carácter preventivo ante el encarecimiento del precio de la energía y de las materias primas, además de los problemas que empieza a haber para la obtención de algunas de ellas.

La idea es negociar un ERTE con la plantilla para tratar de garantizar la estabilidad laboral en la planta barreña ante el previsible empeoramiento de la situación por la guerra.

La primera consecuencia de esta situación ha sido ya la paralización de la actividad en los tres hornos de la factoría, a la espera de conocer en las próximas semanas si esta decisión se extiende también al tren de laminación en caliente y al de laminación en frío.

Acerinox ya está encontrando problemas para la obtención de algunas materias primas utilizadas en la planta de Los Barrios, como los ferrocromos, el ferroníquel o el ferrosilicio. En este sentido, cabe recordar que Rusia es uno de los mayores productos mundiales, por ejemplo, de níquel.

A ello se están uniendo los problemas generados por los costes energéticos y también por la subida de precios de las materias primas.

En este contexto se enmarca la negociación de un ERTE ante el que todavía no hay un acuerdo entre las partes, que se han emplazado a continuar el lunes con las negociaciones.

El consejero delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez, puntualizó este miércoles que el ERTE se aplicaría "según las necesidades, como hemos hecho otras veces, y que mitigue una posible prolongación de esta situación".