La GHA se congratula de encontrarse actualmente en condiciones de lanzar un programa de vacunación preexposición. Este se llevará a cabo a través de la clínica de salud sexual (Well Person Unit) del Centro de Atención Primaria (PCC) y se garantizará la confidencialidad del paciente en todo momento.

Aunque no existe una vacuna específica contra la viruela del mono, se calcula que la vacuna contra la viruela tiene una eficacia de alrededor del 85% para prevenir la infección. Por lo tanto, se ofrecerá la vacuna contra la viruela a aquellas personas que puedan presentar mayor riesgo de entrar en contacto con la viruela del mono, incluidos hombres que mantengan relaciones homosexuales, y trabajadores sanitarios que hayan sido identificados como personas en situación de mayor riesgo debido al desempeño de sus funciones.

Hasta la fecha, se han diagnosticado seis casos de viruela del mono en Gibraltar y, aunque se trata de una enfermedad muy desagradable, afortunadamente todos los afectados se han recuperado. No obstante, la viruela del mono es una enfermedad grave que puede llegar a provocar la muerte.

La viruela del mono se transmite a través del contacto estrecho piel con piel. No es una infección de transmisión sexual. En todo el mundo, aunque la mayoría de los casos se están diagnosticando en hombres que tienen relaciones homosexuales, también se han infectado personas heterosexuales y niños a través del contacto cercano con contagiados.

El tratamiento consiste en tratar de controlar los síntomas, en autoaislarse para limitar la transmisión y en ofrecer a contactos cercanos (identificados mediante el rastreo de contactos y entrevistas confidenciales realizadas por el Departamento de Salud Pública) una vacuna posexposición contra la viruela.

Se aconseja a las personas que presenten una erupción con ampollas en la piel, fiebre, dolores de cabeza, debilidad aguda y dolores de espalda se sometan inmediatamente a evaluación clínica y organización de pruebas. Las personas que experimenten estos síntomas no deben acudir a las urgencias ni al Centro de Atención Primaria. Con esto se garantiza que las personas con síntomas puedan ser evaluadas y examinadas lo antes posible, al tiempo que se reduce el riesgo de contagio a otras personas, incluido el personal de la GHA y los pacientes en situación vulnerable.