Desde hace unos años, pocos, se habla y mucho del Impétigo, una infección en la piel originada por una bacteria que afecta principalmente a los bebés y niños en su primera infancia, pero que últimamente se da también en los adultos.

Son bacterias con las que todos convivimos de forma normal, pero que en algunos casos producen una infección causada por un detonante como la picadura de un insecto, un corte o un rasponazo. Aparece en forma de ampollas o llagas rojas en cualquier parte del cuerpo, normalmente en la cara, alrededor de la nariz y la boca, en las manos o los pies. Las llagas se rompen, supuran y producen costras de color miel.

En varios colegios de Algeciras han saltado las alarmas por la propagación de esta enfermedad, muy contagiosa, e incluso en el caso del colegio Caetaria, padres han tratado de recabar la información pertinente de la dirección del centro y de las autoridades sanitarias, para conocer el verdadero alcance.

Se trata de una enfermedad bastante contagiosa, por lo que se recomienda que el niño infectado no acuda al colegio o a la guardería hasta que hayan pasado al menos 24 horas desde que haya comenzado el tratamiento. Hay más posibilidades de contagio cuando el tiempo es caluroso y húmedo, por lo que es recomendable que mientras esté en periodo de posible contagio se eviten los deportes de contacto, las duchas comunes, la piscina. Por desgracia, pocos padres siguen estas indicaciones y la probabilidad de que niños y adultos entren en contacto con personas infectadas, es muy alta.

No se trata de una enfermedad peligrosa y normalmente no deja cicatrices. Sin embargo, hay que comenzar el tratamiento lo antes posible porque si se dejan sin tratar las llagas pueden convertirse en úlceras y tener peor resultado. En cuanto aparezcan es mejor acudir al médico para valorar el tratamiento a seguir.