Hay que recordar que, tras varias invitaciones por parte del Ayuntamiento, a finales de febrero visitaron el edificio de La Pólvora recientemente finalizado la secretaria general de Educación y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Olaya Abadía, la directora general de Formación Profesional, María Victoria Oliver, y el delegado territorial de Educación en Cádiz, Miguel Andreu. Mientras recorrían las dependencias, con capacidad para nueve aulas y dos talleres, Ruiz Boix les ofreció el inmueble para la impartición de formación profesional, concretamente en oficios demandados por las industrias de la zona.

Considera el primer edil que “mas fácil” no se le puede poner a la Junta de Andalucía. Explicó que esta oferta del Ayuntamiento de San Roque se debe a “las carencias en materia educativa” del municipio, en especial en cuanto a formación profesional, ya que tan sólo se cuenta con un ciclo de FP Dual, del que apuntó que, además, “ha costado traerlo”.

Añadió que la misma Asociación de Grandes Industrias (AGI) ha trasladado la necesidad de personal formado en oficios industriales, “la misma AGI -dijo- que se ha reunido con Juanma Moreno (presidente de la Junta de Andalucía)” para reclamar la Declaración Ambiental Ordinaria que está frenando la modernización del ferrocarril Algeciras-Bobadilla a su paso por Campillos (Málaga).

Recordó Ruiz Boix que el edificio de La Pólvora se ha realizado con fondos propios del Ayuntamiento por importe de casi 2 millones de euros, y que el resultado es “un aulario y talleres con amplitud para distintos ciclos de FP”. Una vez finalizado, se realizaron varias llamadas telefónicas a la Consejería de Educación para concertar la visita de sus responsables, que se produjo el 22 de febrero.

Lamentó que, a pesar de estos esfuerzos por parte del Ayuntamiento, en la definición de la oferta educativa para el curso 2022/23, la Consejería de Educación no incluya este edificio, mientras que “an algunos municipios no gobernados por el PSOE se ofrecen centros integrados para el empleo”. La excusa de la Junta para justificar el rechazo a la propuesta sanroqueña han sido, apuntó Ruiz Boix, “cuestiones burocráticas”, cuando desde el Consistorio se habían sugerido soluciones como que este aulario se contemplara como una ampliación del IES Carlos Castilla del Pino y no como un centro de nueva creación.

La ambición de Ruiz Boix era que este aulario se destinara a formar tuberos, caldederos, soldadores e instrumentistas, entre otros oficios reclamados por la industria de la zona para trabajar como operarios. De esta forma, sostiene el alcalde, se podría haber dado una nueva oportunidad laboral a la juventud sanroqueña, especialmente a quienes han abandonado sus estudios prematuramente.

Para el alcalde “se necesitan políticos valientes y no sectarios”. Considera que ante la llegada de fondos europeos Next Generation y con el mayor presupuesto de su historia, de más de 40.000 euros, desde la Junta de Andalucía no deben darse “sesgos en su reparto”, de manera que todos los municipios cuenten “con las mismas oportunidades”. Sin embargo, considera San Roque se ha vuelto a encontrar con un “castigo y rechazo” autonómico a la hora de dar respuesta a sus necesidades.