Opinión

Aniversario feliz

Aniversario feliz
La unión del equipo y la afición quedó patente, otra vez, en Sevilla. FOTO: HS
La unión del equipo y la afición quedó patente, otra vez, en Sevilla. FOTO: HS

El algecirismo recuerda el gol de Ubis y encara el futuro con ambición y humildad. La llegada de Sancho tras las gestiones del actual presidente marcan un rumbo que comenzó con el excelso trabajo de la plantilla de Ballesta. La victoria en Sevilla dejó sensaciones encontradas y una lección para no olvidar. El domingo, el Mirador, se prepara para otra entrada brutal.

La Resaca de hoy tiene varios apartados. El primero, no podía ser de otra manera un 14 de marzo, tiene que ver con lo acaecido hace 365 días en el Municipal de La Línea. Allí comenzó todo. El tacón de Ubis que coronaba un trabajo excelso de la plantilla de Salva Ballesta. Las lágrimas en el vestuario, los abrazos, el recibimiento en el Nuevo Mirador y a partir de ahí,  la posibilidad de atisbar un futuro mejor gracias a la gestión de Nicolás Andión y su directiva, que permitió la llegada de Félix Sancho. Eso desembocó en Almendralejo, "se perdió un ascenso pero se ganaron muchas mas cosas", frase para recordar, y especialmente en el estreno de la categoría que sufrimos, gozamos y saboreamos, cada semana.

Todo lo que ahora se está viviendo en la apasionante Primera RFEF Footters, nació allí, en un lugar tan señalado por la sana y eterna rivalidad. Incluso se podría decir que la génesis está en el increíble ascenso culminado en Socuéllamos.

No obstante, el cambio radical fue la llegada de Sancho, amparado en el temporadón de un grupo de jugadores y cuerpo técnico que ya forman parte de la centenaria historia de nuestra entidad. El maldito Covid impidió que el algecirismo lo disfrutase en todo su esplendor, pero a fe que se está sacando la espina. Las muestras de reconocimiento a la hinchada llegan desde todas partes de España e incluso de entrenadores del grupo que, ni siquiera, estaban en el Mirador esta jornada. A seguir así y que el ritmo no pare. “De no ser por nuestra gente, no habríamos ganado en Sevilla”, Ania dixit.

Y es que la segunda parte de esta reflexión, gracias por el seguimiento en Horasur, tiene que ver con el presente. El cambio de mentalidad, ambición sin perder la humildad, ya se aprecia en el club con la llegada del burgalés. En el campo Ania, que no tiene relación alguna con el sufrimiento eterno de nuestro club, también quiere acabar con el habitual temor que ha jalonado nuestra historia. Entiende que dispone de mimbres para hacer un buen cesto y a fe que lo está consiguiendo desde su discreto segundo plano. El de Oviedo no comparte el conformismo o miedo, servidor el primero, de los que hemos vivido el barro y se suma a la corriente de los jóvenes de no querer volver a él o experimentarlo, nuevamente.

El triunfo en el Nuevo Mirador de Sevilla es lo que cuenta. Tres puntos más, tercera victoria consecutiva y segunda en la carretera. Curiosamente en dos citas, cada una con sus condicionantes, donde el juego no ha sido, ni de lejos, el que han visto en otros campos. Pero, el fútbol y la pegada son así de maravillosos y puñeteros, al mismo tiempo.

Mensajes

El enfado del asturiano al terminar el choque era considerable. El alivio de la parroquia y la seriedad de los jugadores indica varias cosas, al menos así lo entiende el que suscribe. La primera es que la del domingo era una cita de futbolistas y pese a los avisos durante todos los días previos, el equipo salió al campo excesivamente contemplativo, confiado o como quieran decir. Cierto es que la debilidad defensiva del Betis invitaba a ello, pero también estaban advertidos que con balón, los jóvenes de Pablo del Pino tienen calidad.

También cabe señalar la capacidad de autocrítica del vestuario y la reacción inmediata para lograr el tercer gol y evitar salir de allí con cara de tontos. Todos estos argumentos, metidos en la coctelera, deben servir para que la lección se aprenda y no se repita. En el fútbol en general y en esta categoría en particular, todo puede pasar.

Lo que cuenta es que son 42 puntos, la permanencia casi amarrada salvo cataclismo de esos que Ania no comparte (tiene razón) y quiere desterrar, y 11 jornadas para soñar, sin presión alguna, con algo más. Vaya por delante que si finalmente el equipo no disputa el play-off, no debería quedar una sensación mala. Cuanto antes sumar una o dos victorias para luego soñar y disfrutar como lo está haciendo la afición. TODOS, los que estaban, los que llegan y los que vendrán a poco que las cosas se sigan haciendo bien. Un resultado, malo o bueno, no debe variar el rumbo emprendido.

El domingo llega el líder al Nuevo Mirador. El templo rojiblanco se prepara para otra jornada de ambiente brutal. El cuadro manchego busca el ascenso directo, pero ya sabe que aquí encontrará un rival crecido, inferior en presupuesto, pero con su gente, esa que siempre estaba pero que ahora se ha venido arriba con motivos, empujando y demostrando que los parabienes que recoge de casi toda la categoría son más que merecidos. 

Así que, sin presión ni obligación, insistimos, los sueños pueden comenzar por redondear la semana del aniversario del pase a Primera RFEF, con una machada ante el líder. La presión la tiene el Alba, la ilusión viste de rojiblanco, desde hace un año.

Felicidades algeciristas, gracias por hacernos soñar. Ambición y humilad. Siempre Shiraaaa..