Resaca feliz como no podía ser menos tras el triunfo, más que merecido, ante el Nástic de Tarragona. Un equipo con un potencial enorme pero que en el santuario algecirista, de nuevo chapó por la gente y especialmente ese Fondo Sur, demostró un gran orden defensivo y poco más. Quizás, como dijo Iván Ania “nos hemos ganado el respeto de la categoría y de las propuestas que veíamos aquí inicialmente, ahora varían y eso es mérito de los jugadores”.

Unos futbolistas y un cuadro técnico que están llegando al límite debido a la plaga de lesiones, a lo corto de la plantilla y a los factores que influyen en una temporada pero que, parece, se han unido todos juntos en este tramo. Aun así, el Algeciras tiene 21 puntos y afronta ahora un maratón de partidos -hay uno ilusionante de Copa del Rey, con relativa tranquilidad.

Se trata de llegar al parón navideño con el zurrón lo más lleno posible y de paso, por pedir que no quede sin perder la perspectiva de la liga, soñar con una ronda más en la copa.

Ania, asturiano de sangre caliente, sigue hablando de fútbol en cada comparecencia, pero el domingo tuvo que contestar a una parte de la grada, esa que parece olvidar de dónde venimos, que se mostró crítica con la tardanza del técnico en hacer cambios. “No tengo gente ofensiva”, dijo el preparador.

Para los que están en el lado de la protesta o exigencia, vaya por delante que todo el respeto y tienen derecho, deben saber que Leiva estaba al 50%, Romero, es evidente que puede necesitar un descanso, aunque sigue siendo un incordio para los rivales, Roni debe multiplicarse y afortunadamente la gente que se queda en banquillo, casos de Duarte y Víctor López el domingo como otros en ocasiones precedentes, aportan todo lo que pueden y más.

El mercado invernal, sin duda, puede ser un impulso para que los que visten la sagrada prenda algecirista, no sólo mantengan la ilusión de su gente, sino sobre todo no pasen apuros para conservar la preciosa categoría en la que están militando.

Salva

Por el momento, dando por hecho que la salvación estará en los 40-42 puntos, se ha recorrido medio camino y a la primera vuelta aún le quedan seis fechas. ¿Quién no lo habría firmado antes de empezar?

Y es que jugar con la presión del descenso, lo sabemos por épocas anteriores en la desaparecida Segunda B, es muy complicado. Sin ir más lejos el domingo vimos a dos equipos que, sin estar mal, tenían ya las primeras dudas de varias semanas sin conseguir el triunfo.

La derrota no suponía ningún drama clasificatorio, pero sí, como aseveró Raúl Agné, “entrar en una dinámica negativa”. La que tiene su equipo cuando juega fuera del Nou Stadi y la que evitaron los nuestros con ese gol de Víctor López a pase de Ferni. El último en llegar pero que está aportando desde el primer minuto. Eso se llama aprovechar la oportunidad.

Llega la visita al UCAM y las miradas se centra en Armando Corbalán, gracias titán por lo que diste, pero especialmente en Salva Ballesta. El técnico lleva dos semanas en el cuadro universitario. Me consta que hay algunos que siguen quedándose con el personaje, nada que objetar ya que el ex futbolista sabe defenderse solito, pero sin duda no hay debate a la hora de discutir los méritos de un técnico que llevó a nuestro equipo a las puertas de la Segunda A. El domingo el rival es el UCAM, aplauso para el míster y luego, si es posible, vencerle. Gracias y el día que se juegue la vuelta, modestamente, mi aplauso que será el de muchos, por todo lo ofrecido. Luego que los seis puntos se queden en el casillero algecirista.

Terminamos casi como al inicio de esta resaca. Gracias a los que siguen sumándose, y sobre todo que bonito es disfrutar desde la tranquilidad. Sigamos..