Ahora resulta que los/las de COMPROMIS quieren cambiar la rotulación del frontal de Congreso de los Diputados. Quieren poner CONGRESO DE LOS DIPUTADOS Y DIPUTADAS.

¡Ya está bien de tonterías!!!. El nivelito está llegando a un punto insoportable, hasta el punto que se están cargando el idioma. Si Cervantes levantara la cabeza vería lo que están haciendo con el idioma español.

Imagínense el poema de Miguel Hernández que tan extraordinario resultó en las voces de Jarcha durante la transición española y que también cantaba Paco Ibañez: ANDALUCES DE JAÉN. Sería así:

Andaluces y andaluzas de Jaén,
aceituneros y aceituneras altivos y altivas,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos y las olivas?
No la del terrateniente ni la de la terratenienta
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

También tendremos que cambiar el mismísimo Himno de Andalucía. Tendríamos que decir:

Andaluces y andaluzas levantaos, pedid tierra y libertad sean por Andalucía libre, España y la Humanidad.

Los andaluces y las andaluzas queremos volver a ser lo que fuimos. Hombres y mujeres de luz que a los hombres y mujeres almas, de hombres y mujeres les dimos.

¿Se imaginan?. El nivel de tontería al que estamos llegando se está convirtiendo ya en insostenible. Parece mentira con la cantidad de problemas que tenemos en España, todo lo quieran reducir a ese tipo de gestos absolutamente patéticos desde que Carmen Romero hizo historia con aquello de “jóvenes y jóvenas”. O la Ex Ministra Bibiana Aído con lo de “miembros y miembras”.

Todo está quedando reducido a eso, a machacar el idioma y a insultar que, por cierto,  ahora se llama “libertad de expresión con mal gusto”.

Y mientras, asistimos a un espectáculo lamentable de todos porque esto se está yendo de las manos ante la pasividad de todos que se hablan a través de ruedas de prensa en una actitud que suena mucho a juegos de niños. Pero es lo que hay, este es el nivelito de los que se supone, son los padres de la patria.

Si Cervantes levantara la cabeza, escribiría el Quijote en Francia.