Opinión

Españoles condenados en países extranjeros

Españoles condenados en países extranjeros

El número de reclusos españoles condenados fuera de España ronda en torno a las 1.000 personas –la mayor parte, hombres-, y en la inmensa mayoría de los casos –cerca del 90%– condenados por delitos vinculados al tráfico de drogas. Los países donde hay más encarcelados lo son en los de nuestro entorno –Francia, Portugal, Alemania y sobre todo Marruecos- y algunos países de Sudamérica, como Perú.

No todos los Centros Penitenciarios de cumplimiento de penas, son las que existen en España y paises comunitarios: condiciones máxima de pervivencia, asistencia sanitaria, psicólogos, todo ello cumpliendo con las Directrices de Derechos Humanos, y con el fin de poder rehabilitar para la sociedad para aquél que incumplió normas básicas de todo Estado, cual es la no comisión de delitos y en su caso, la sanción que conllevará la entrada en prisión.

Pero no sucede lo mismo con países no comunitarios. Testimonios de personas que han pasado por cárceles, como por ejemplo en Thailandia, una señora llamada Nieves dice: “Duermo en el suelo, hacinada con 200 presas, sufro fuertes dolores en los huesos a causa de la humedad, por lo que ni siquiera puede abrocharse el sujetador. Solo comen arroz con comida, la carne hay que pagarla. Hace tres años, la última vez que la vi, estaba hinchada. Había perdido mucho pelo y dientes. Incluso los servicios médicos de la prisión han estado a punto de matarla, porque la traductora se equivocó y le dieron una medicación que no era”. 

Y así podría seguir enumerando otros países, donde pese a reconocerse los Derechos Humanos, no los cumplen. A estas personas, habría que inculcarles que piensen antes de hacer un viaje a estos lugares donde acuden con la idea de adquirir estupefacientes para luego venderlos. Piensen en sus consecuencias nefastas.

Los Cónsules españoles, suelen acudir a Prisiones de su lugar de ubicación, con el fin de interesarse por presos de nuestro país; se les informa acerca de su proceso, inquieren por sus necesidades, incluso se les suministra medicamentos y se les da una cantidad mensual que ronda los 150 euros, a quienes realmente están necesitados y no perciben ayuda de sus familiares.

Me atrevo a lanzar una idea acerca de estas visitas. En Tánger hay bastantes españoles cumpliendo penas por delitos cometidos en Marruecos, muchos de ellos residentes y nativos del Campo de Gibraltar. No estaría de más que quienes están sufriendo esa condena, sean visitados por Autoridades de sus residencias, con periodicidad mensual, quienes podrían aliviar la difícil situación que viven y llevarles noticias que seguro les hará bastante más soportable su permanencia en la Prisión.

Interesante asimismo es la posibilidad de que estos presos, puedan pedir, una vez condenados en sentencia firme, y con su asentimiento el poder cumplir el resto de pena en España. Es un trámite que lleva unos meses, y actualmente se están tramitando por el Ministerio de Justicia español, más de 154 solicitudes en tal sentido.

Cuando existe un Tratado de España con el país donde el español ha sido condenado, hay que ajustarse al acuerdo; y donde no existe regirá el principio de reciprocidad: España al pedir el traslado del preso español se compromete a hacer lo mismo en el caso de que un preso de ese país cometa un delito en España.

En el caso de Marruecos existen varios Tratados de Cooperación en Materia Judicial y policial: Así Tratados en materia de Cooperación Judicial y Policial, Magistrados de Enlace de ambos países que tratan de acelerar los procesos pendientes, y en el caso que analizo, hay un Tratado de Traslado de Presos, que data de 1997 que permite que un preso español condenado en Marruecos, pueda cumplir la pena en España, con los requisitos de su petición y consentimiento para ello y que la sentencia dictada por los Tribunales Marroquíes sea firme –no quepa ya ningún recurso-. Y a la inversa.

Es un trámite que, por desconocido, se utiliza en pocas ocasiones, pero que las Autoridades marroquíes tramitan y cumplen con lo acordado en el Tratado.

Lo mejor es no hacer uso de él, lo que evidenciaría que no se delinque en el extranjero por parte de los españoles, pero en caso de que ocurra, se separa que existe y se cumple.