Gran persona y mejor profesional, muy cercano y bastante querido por los miembros del Benemérito Cuerpo, sintiéndose uno más entre todos sus componentes, sin ostentar grandes protocolos.

Grandes recuerdos deja en la zona y en mi personalmente, con quien llegué a forjar una buena amistad.

Persona dispuesta en todo momento a colaborar por el bien común de los demás.

En el Campo de Gibraltar a finales de los años 80, la sociedad campogibraltareña, vivía momentos difíciles, ya que se contemplaba cómo se traficaba con drogas, y sus autores vivían como personas normales, enriqueciéndose a costa del dolor y muerte de los que consumían esas sustancias.

Y fue Pepe Chamizo, entonces párroco de las Estación de San Roque, junto con las madres contra la droga y asociaciones contra la drogodependencia, quienes movilizaron a la ciudadanía, haciendo movilizaciones y señalando a quienes sabían que dañaban a la sociedad.

También en 1990, tuvo eco a nivel nacional una operación contra el narcotráfico, realizada por la Brigada de Régimen Interior, que se saldó con la detención -y posterior condena- de varios policías nacionales implicados en estas actividades ilícitas.

Pues bien, en este contexto, se organizó una Jornada para hablar sobre las Drogodependencias, en el Salón de la ONCE, por cierto repleta de público, con asistencia de un representante de Coordinadoras contra las Drogas , Miguel Alberto Diaz; Juan José Téllez -entonces director de Europa Sur-; Juan Lara, teniente coronel Guardia Civil y quien les escribe, recién elegido juez decano de Algeciras.

Cuando tocó el turno de intervención  del jefe de la Comandancia, tuvo Juan Lara el valor de reconocer públicamente que, en su institución, también había indicios de corrupción, y que se estaba investigando. Fue una declaración espontánea y valiente; la noticia copó las portadas de periódicos y telediarios, y cierto es que, esas investigaciones iniciadas y a las que se refirió llegaron a dar sus frutos.

Recuerdo que a la mañana siguiente, tuve llamadas del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y fiscal jefe, pidiéndome ambos explicara lo que había sucedido la tarde anterior. Pude hacerlo, refiriéndome a aquellas palabras salidas de un gran jefe que velaba por la pulcritud en el trabajo de los componentes de la Guardia Civil, y su idea de eliminar de su seno a quienes pudieran cometer algún hecho ilícito.

La última vez que coincidí con Juan Lara, hace pocos años, fue en la Comandancia, cuando fui invitado por el entonces jefe de la misma, el coronel Jesús Núñez, con ocasión de un homenaje al capitán Juan Osorio, con quien guardaba igualmente una relación de amistad, gran profesional también fallecido recientemente, e íntimo de Lara, desde la niñez. Ambos dirigimos una palabras cariñosas hacia el homenajeado. Y pude contemplar una vez más, la sencillez y bonhomía de ese gran hombre, que nos dejó en la tarde ayer.