Opinión

Salvar la playa de El Rinconcillo

Salvar la playa de El Rinconcillo
Algeciras cuenta con dos playas espectaculares: Rinconcillo y Getares. Si excelente es esta última, la primera es uno de los lugares más emblemáticos de Algeciras; un lugar donde disfruta la gran mayoría de algecireños, con aguas tranquilas y donde los niños y sus padres pueden disfrutar, al carecer de peligro, y desde donde se puede contemplar la hermosa silueta de Gibraltar.

A mediados de agosto se celebra en la playa La Virgen de la Palma, y se realiza una romería marítima, en la que una imagen de la Virgen es rescatada por un equipo de submarinistas de la cueva submarina, ubicada en el centro de la Bahía de Algeciras, y que la alberga durante el resto del año. Cuenta con una zona de dunas y unas marismas donde numerosas especies animales, normalmente pájaros, pasan un tiempo durante el año; al tiempo que destaca una importante función ecológica de estas zonas húmedas como zonas de refugio, cría y alimentación de numerosas especies de peces, moluscos y crustáceos, algunas de ellas de gran valor comercial, como la almeja fina; parte de la playa ha sido declarada en 2013 Paraje Natural por dichas características naturales.

Pues bien, desde hace unos años, ya se viene advirtiendo de los daños que sufre y que puede llegar algún día que la playa pueda ir desapareciendo paulatinamente.

Un estudio del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria de marzo de 2021 sustenta la hipótesis de que la playa de El Rinconcillo ha basculado como respuesta a los cambios en la geometría de las infraestructuras del Puerto a partir del año 1985. Esta preciosa playa se encuentra actualmente en una situación de desequilibrio, y ello ha llevado a retroceder en la zona norte (a razón de 0.9 m/año), generando problemas de erosión en el sistema de dunas, las cuales, al ir perdiendo ancho de playa frente a estas, la hace más vulnerable frente al ataque de las olas en épocas de temporal.

Las medidas recomendadas para salvar la playa pasan por construir un dique de apoyo en el puente, al tiempo que, entretanto se lleve a cabo esa construcción, realizar movimiento de arena anualmente.

Cierto es que por parte del Puerto se están realizando esos movimientos -años 2021 y actualmente en el 2022-, pero se precisa que, por la autoridades con competencia en materia de playas, esto es, la Dirección de Costas y Autoridad Portuaria, se realice de forma definitiva la adjudicación de las obras recomendadas por el antes citado Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria.

De no llevarse a cabo esas obras se iría perdiendo la anchura de la playa, al tiempo que sufriría daños irreversibles la zona de las dunas, que se considera uno de los escasos humedales de la costa mediterránea gaditana, que todavía conservan las características propias de las zonas marismeñas y estuarias.

Un caso parecido es el que ha sucedido en la playa de una población castellonense, Moncofa, ciudad cercana a los 7.000 habitantes. Después de dos años reivindicando los ciudadanos de esa localidad, con su alcalde -del PP- Don Wenceslao Alós, se ha logrado que se liciten las obras de contención, y que aparecen en el Boletín Oficial del Estado de 3 de agosto actual.

Conociendo los trámites administrativos, que son lentos de por sí, se precisa que se logren activar los mecanismos para lograr su pronta puesta en marcha.

Y para conseguirlo, además de las reivindicaciones de los ciudadanos, que ya lo vienen demandando mediante manifestaciones -la última hace unas semanas en la playa de El Rinconcillo-, ha de consistir en el apoyo no sólo de palabras, sino de actuación concreta, de intermediación y consecución, para que se lleven a la práctica esas obras, por parte de las autoridades municipales, al ubicarse la playa en la ciudad de Algeciras. Si se deja al albur del paso del tiempo, los algecireños podremos contemplar cómo la playa de El Rinconcillo se perderá al cabo de unos pocos años.