Opinión

Un año más o un año menos

Un año más o un año menos

Me miré tanto al espejo que me di cuenta de la mala leche del tiempo. Lo malo de hacer balance cuando  finaliza un año  es que casi no recuerdo nada de lo hecho a lo largo del año, sobre todo lo de los primeros meses

Habré  escrito unos trescientos   artículos en 2022 y tendría que releerlos todos para recordar lo que ha sido mi vida en este año.

Me preocupa más lo que vaya a ser de mí el año que  acaba de llegar, que lo que ya es historia: un año, el que  ha muerto, para olvidar. Han muerto una enorme cantidad de amigos, conocidos y artistas a los que quería.

El problema de cumplir años es que  empezamos a ir demasiado al cementerio o el tanatorio. Da miedo encender el móvil por la mañana o conectarse a internet, porque es un chorro diario de vida que se va, de personas sin las que no seríamos lo que somos cada uno de nosotros.

Cuando miro esas agendas caducadas que os comentaba en un artículo anterior, me doy cuenta de que no que no queda casi  nadie vivo en esas viejas agendas de finales de los ochenta.

Después de esta tragedia, ¿Qué derecho tengo yo  a decir que este año ha sido muy duro? Ningún derecho. Así que   comienzo este año como siempre, con  mi familia, mis mismos proyectos , artículos, radio, tele,  pero, desde luego,  tengo bastante claro que no  hay balance sin recuerdos y estos  recuerdos vienen a ser  el mejor balance del tiempo.

Estaría bien borrar los  recuerdos amargos, pero son como las arrugas: cada una de ellas es una herida de guerra, de la vida, o la evidencia de haber sonreído alguna vez.

Qué más da un año más o un año menos. Feliz  y  próspero 2023.  Y que Dios nos coja confesados.