Opinión

Enero y el Ómicron

Enero y el Ómicron
La sexta ola continúa su ascenso exponencial en España que, como están las cosas, no entiendo como el Gobierno  sigue sin ofrecer datos ni festivos ni fines de semanas.

Y eso que la variante Ómicron nos está llevando a límites que jamás hemos tenido en la pandemia y esperándonos un mes de enero tremendo a pesar de que se nos diga que esto puede estar acabado en dos o tres semanas lo que es, obviamente, mentira.

Al igual que se nos mentía con el número de fallecidos en los tiempos durísimos de la pandemia, ahora se nos miente con los números diarios de contagiados porque se juega con los autotests que no contabilizan para el Gobierno y lo que es peor, ni siquiera se controlan con lo que nos encontramos con miles de contagiados de autotests que no constan por ningún lado y que también hacen su propia cuarentena sin supervisión alguna y contagiando a otros.

Los expertos dicen una cosa y la contraria a la vez. A mi me gusta mucho Rafael Bengoa que ha sido asesor de la Organización Mundial de la Salud y que deja todo bastante clarito: “Los sistemas educativos y sanitarios se verán bastante desbordados por el incremento de contagios porque se ha subestimado el Ómicron”.

El Ómicron tiene una gran capacidad de contagio lo que nos ha llevado a 880 muertos en estas fiestas. Y los colegios y el sistema de salud se van a ver desbordados( ya lo están casi) con un enero que va a ser el peor de la historia.

Bengoa dice que los grandes riesgos están en los interiores, en personas sin mascarillas y en personas no vacunadas.

El propio Bengoa afirma que el mundo de la sanidad es también un motor económico por lo que si se hunde  habría un caos económico, por lo que es fundamental proteger la atención primaria, los hospitales y todo el sistema de salud en general.

Blanco y en botella. Ya vale de propaganda mediática y vamos a convertir los aplausos a nuestros sanitarios en exigencias a los diferentes gobiernos en cuanto a cubrir las plazas vacantes y las propias bajas por coronavirus que son miles.

Lo demás es seguir ya instalados en esa “nueva normalidad” que nos decían pero que resulta que ni es nueva ni es normalidad.