Opinión

Los Reyes Magos

Los Reyes Magos
A pesar de la pandemia, de las colas para hacerte tests. A pesar de las crisis, a pesar de lo que dicen pero que no sienten, a pesar de la hipocresía, a pesar de la subida de los precios, de la maldad, de los hospitales saturados.

A pesar de la irresponsabilidad, de la antipatía, de la envidia, de la mala educación, de quienes pretenden engañarnos y de quienes son capaces de engañarnos de verdad.

A pesar del dolor, de los desagradecidos, a pesar de que la vida es terminable, de las ilusiones vanas y de las punzadas en el corazón.

A pesar de todo, y por eso mismo, a pesar de nada, sólo hace falta perderse en esos ojos infinitos de los niños para creer en esa magia de los Reyes Magos y estar tan seguros, como ellos, de que sí, de que existen de verdad, de que todos estamos aquí de puro milagro y eso es siempre el mayor regalo que se nos puede hacer cada día cuando nos levantamos y vemos el amanecer. Y eso nadie nos lo puede quitar.

Todavía estamos en esos días en los que es Papá Noel  quien sigue diluyéndose en la estela que deja su trineo por esos cielos. Pero, mayoritariamente son Melchor, Gaspar y Baltasar, a quienes esperan nuestros niños y gracias a los cuales las casas se llenan de ilusión por la magia de Oriente, por ese olor a camello, por ese anís, esas zapatillas colocadas estratégicamente para que los Reyes sepan quien es cada quien. Y que se refleja perfectamente en esas cartas con los deseos infantiles escritos en ellas y que no tienen otro destino que el de la esperanza de los niños, esperanza que irá transformándose con los años.

Pero también cuenta la leyenda que uno de los tres Reyes llegó más tarde al portal porque lo entretuvo su generosidad, su empatía con los más necesitados, su capacidad para ponerse en el lugar de cada pobre que se iba encontrando, sus ganas de socorrerlos, hasta el punto de dejarse por el camino muchos de los regalos que llevaba al portal porque los fue entregando a todo aquel que los necesitaba con más urgencia.

Llegó más tarde al Portal, pero lo hizo con la convicción de que había hecho lo correcto y eso forma parte también del milagro de la Navidad.

Nuestros niños, nuestros nietos, reciben con esa maravillosa alegría y esos nervios, los regalos de los Reyes Magos. Pero recordad que hay uno  de ellos que tarda más porque se dedica a ayudar por el camino  a quienes lo necesitan. Y está también  por aquí. Échales una mano.