Opinión

¿Qué es el progreso?

¿Qué es el progreso?
¿Progresar es que un banco le conceda una hipoteca d treinta y cinco años a un joven de 25 y que si a lo largo de esos años, media vida, tiene una mala racha y no puede pagar, le quiten ese piso y lo echen a la calle?.

Hace tiempo un joven compraba un solar en su pueblo con unos ahorros o la ayuda de sus padres y se construía una casita en cinco años, que no le podrían quitar jamás porque no firmaba nada con un banco. Eso sí que era progreso social. Hoy un joven que gane 1.000 euros al mes no puede comprarse una casa de 100.000 porque más de la mitad se le va en la hipoteca y el resto es para pagar luz, agua comunidad, gas y la cesta de la compra. Y eso si no contamos la ropa, colegio de los niños, coche, o algún capricho imposible.

Con la inestabilidad laboral de nuestro país es imposible que un joven si independice y tenga su propia vivienda o puede tener una de alquiler.

¿Quiénes progresan económicamente en España?. Desgraciadamente son los políticos los únicos que progresan, pero grandes y pequeños, profesionales con carreras o gente que no ha pegado nunca un palo al agua (Adriana Lastra es el mejor ejemplo de una persona cuya profesión s la política y que  no conoce ni el palo ni el agua).

También es verdad que hemos progresado bastante en derechos sociales o lo que es lo mismo, el estado del bienestar, o lo que dicen otros, la redistribución de la riqueza.

No es más rico el que más tiene sino el que menos necesita. Esta frase la inventó alguien con la idea de que los pobres se conformaran con serlo mientras veían a los ricos pasárselo divino de la muerte.

Pero que quede meridianamente claro que entre cuatro y cinco millones de personas viven en España en la pobreza más extrema sin contar otros tantos que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Tras la pandemia en la que seguimos estando, dos millones de personas no se pueden permitir comer carne cada dos días. Con la insultante subida de la luz, no pueden tener calefacción. Y ya no hablemos de imprevistos como el ir a un dentista o que el coche se te averíe.

¿A qué llamamos progreso, entonces? ¿A disfrutar de la libertad de expresión para insultar o poner a parir a un gobernante o político cualquiera?. Eso estará bien como un desahogo más pero no tiene nada que ver con el estado del bienestar, hay demasiados pobres y demasiada desesperanza en el futuro.