Opinión

Suspenso a todos

Suspenso a todos
No conozco a nadie que hable bien de los políticos en general. Pero todos los medios de comunicación nos bombardean cada día con ellos hasta el hastío.

Lo más lógico es que cuando lleguen las próximas elecciones no vaya nadie a votar, pero eso no va a pasar nunca porque ellos, los políticos, se encargan de que consideremos que es imprescindible votar para mantener la democracia y que no venga un militar  a meternos de nuevo en una nueva dictadura, como si esto que tenemos ahora fuera una verdadera democracia.

Votamos a un señor que nos promete el oro y el moro, se hace con los mandos del país y durante cuatro años hace lo que le sale de los cataplines. Puedes patalear, protestar en las redes sociales o manifestarte en la calle, pero el dictador disfrazado de demócrata se pasa por la entrepierna tu descontento y va a lo suyo, que es seguir en el poder. Algo tiene que cambiar en nuestro país, pero el cambio tampoco nos gustaría.

No me gusta nada  al actual presidente del Gobierno,  por cómo llegó a la Moncloa y lo que derrocha con tal de seguir en el sillón presidencial. Maldigo su nombre cada vez que salgo de casa a comprar o tengo que pagar tantos impuestos para, según él, mantener el estado del bienestar. Y también sus privilegios, sus vaciladas con el Falcon y esos veintitantos ministerios que mantiene con toda la cara del mundo con el nivelito que tienen.

Pero no me consuela nada saber que en poco menos de un año puede estar en la Moncloa Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP, que se está desinflando cada día de manera pasmosa. Mientras Sánchez tenga dinero europeo para seguir comprando votos, como hace, el gallego no llegará a la Moncloa y solo de pensar que Pinocho pueda estar otros cuatro años en el poder, o sea, hasta 2027, dan ganas de morirse.

Un suspenso general a la clase política actual porque se les nota demasiado que les importamos un bledo. Ya no se ni a quien votar  en las próximas elecciones generales porque es difícil creer  en un sistema que me utiliza solo para meter una papeleta en una urna cada cuatro años y luego se olvida de mí por completo. Y encima quieren que sea un buen ciudadano, que vaya a votar y que siga pensando en los demás como un pringado generoso y solidario.

Suspenso general como una catedral a esta clase política  que no merece nada más que desprecio. También a esos columnistas que están todo el día defendiendo  a quien sea por un puesto en las tertulias televisivas. Se pueden  ir todos a la venta del nabo.