Opinión

No tiene quién le llore

No tiene quién le llore

Este pasado domingo, un menor de diecisiete años, de nacionalidad marroquí y residente en el centro de menores tutelados de La Marchenilla, ha muerto ahogado en la playa de Getares de nuestra ciudad.

El suceso tuvo lugar poco antes de las cinco de la tarde, cuando el servicio de Emergencias del 112 recibió un aviso en el que se indicaba que habían sacado del agua a un joven que no respondía.

Hasta Getares  se movilizaron una ambulancia y unidades de la Policía Nacional y la Policía Local. Los agentes del cuerpo municipal fueron los primeros en llegar y confirmaron al 112 que personal sanitario le realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero que finalmente el menor falleció. Algunos testigos indicaron que la ambulancia tardó bastante en llegar mientras unos bañistas le realizaban la RCP con la ayuda de unas estudiantes de enfermería. 

El joven  estaba pasando  la tarde en la playa,  junto a la desembocadura del río Pícaro, y con otros menores tutelados y un monitor, que  había trasladado a los chavales desde su centro hasta la playa en una furgoneta del centro de la Marchenilla, situado en Pelayo y que está gestionado por la Fundación SAMU.

Según se informa, comentan que aunque por la mañana  el mar estuvo algo picado, a esa hora de la tarde estaba en calma, pero en Getares suele haber zonas traicioneras debido a las corrientes que es lo que siempre hemos conocido como las ollas.

En la playa había bastante gente debido al buen tiempo, aunque no están activos los  servicios de salvamento y socorrismos, que entrarán en funcionamiento  el día uno de junio. Hasta aquí lo escueto de la noticia.

Cuando sucesos de este tipo ocurren, se produce una triste alerta en la ciudad y durante unos días la tristeza invade todos los ámbitos. En este caso , una lacónica noticia y un pésame han sido las únicas muestras de tristeza.

Desconozco el nombre del chaval. Desconozco como ha sido enterrado, quienes le acompañaban. Nada de nada.

Pero que sepamos todos que era un menor , un niño que ha muerto ahogado y que no ha tenido quien le llore.