Opinión

Todos a Madrid

Todos a Madrid

Susana Díaz, Juan Espadas, Antonio Muñoz... Todos querían mucho a Andalucía. Todos han acabado o piensan en lo que empieza a ser cementerio de elefantes –en este caso de elefantitos- que se llama Senado. “Más Andalucía”, decía uno de los eslóganes de Susana.

No, Más Susana, Más Madrid, allí, con Errejón y los suyos, socialistas domesticados al igual que el PSOE (Sánchez es un humo pasajero y molesto a los ojos, caerá, ahora o algo más adelante, pero él ya tiene su futuro asegurado con la secretaría general de la OTAN).

Andalucía quiere más”, paseó Juan Espadas como consigna. Otro que quería más y sin embargo, ahora, estima que desde el Senado puede hacerlo mejor que desde el Parlamento de Andalucía o desde el Ayuntamiento de Sevilla.

¡Pero es que la voz de Andalucía en Las Cortes de Madrid no se ve por ninguna parte! ¿Cómo se va a ver si este personal tiene allí su puesto de trabajo asegurado, no aquí ni en lugar empresarial alguno ni tampoco en la administración pública sometiéndose a oposiciones y concursos de méritos?

Si votamos ganamos” fue otra máxima electoral de Juan Espadas. Le hicieron caso, la gente votó, pero para mandarlo al Senado y al PSOE de Andalucía, ¡cómo estará el PSOE de Andalucía para lucir de máximo mandatario a un Juan Espadas! “Tú y yo, Sevilla. Juan Espadas alcalde”.

El colmo llegó con el alcalde suplente de Espadas, Antonio Muñoz, con su proclama “Sevilla, y solo Sevilla”, que ha durado menos que un caramelo a las puertas de un colegio. También el señor Muñoz, el alcalde de la cultura, decían algunos, no ha perdido tiempo y ya se habla de que va a cambiar la frase por “Madrid, y solo Madrid”, “Senado y solo Senado”. El alcalde de la cultura no, el alcalde de cómo huir de las responsabilidades, el alcalde de la labia inagotable que no se deja hablar ni a sí mismo.

Todos han tenido un destacado precedente en la persona de Macarena Olona, la granadina de visita que huyó de Andalucía en cuanto que supo que aquí tenía bastante poco que rascar.

Todo este personal escenifica la mediocridad que soporta España y sobre todo Andalucía. Parece que, en esencia, no cambia nada en esta castigada tierra. Raro es el personaje realmente brillante que de verdad represente a Andalucía sin haberse ido de Andalucía . ¿Aleixandre un Nobel sevillano? No. ¿Picasso un genio malagueño? De ninguna manera. Bécquer, Antonio Machado, Luis Cernuda, ¿poetas sevillanos? No, se tuvieron que ir para que ahora estén en los libros de Historia. ¿Juan Pérez Mercader un científico sevillano que un día puede ser Nobel? Nacido en Sevilla pero residente en Estados Unidos o, como mucho, en Madrid. Es lo que hay y así estamos.

Mientras existan políticos con tan poca integridad y un mundo empresarial tan anémico como el andaluz y nuestros jóvenes sigan pensando en Madrid o en Barcelona o en Londres o en USA, aquí seguiremos, avanzando, pero a paso de tortuga y con muchas fatiguitas.