Un héroe ya mayor
Dicen que morirse es una ordinariez, que es algo tan vulgar que le sucede a todo el mundo. Envejecer, sin embargo, no lo es. Y envejecer bien es todavía más elitista, es de más categoría tanto que solo unos pocos lo consiguen.
Harrison Ford, por ejemplo: en una rueda de prensa de hace unos días con motivo de la última entrega peliculera de Indiana Jones, una periodista le dijo que seguía estando bueno a los 80. «Mira, he sido bendecido con este cuerpo. Gracias por darte cuenta», contestó.
Igual de bendecido estaba Charlton Heston cuando, ya bastante mayorcito, se quitaba la camiseta para presumir de pectorales, hasta el punto que se te olvidaba que pertenecía a la Asociación Nacional del Rifle. Parece que a los guapos se lo perdonamos todo.
Indiana Jones o Harrison Ford, como ustedes quieran, a pesar de haberse convertido en un anciano solitario y herido al que le gusta echarle al café de la mañana un chorrito de whisky, sigue siendo para todos Indy, y lo demuestra siempre que tiene ocasión; sin embargo, nosotros, de mayores, tendremos que conformarnos con ser el yayo, o la abuela o la vieja loca de enfrente.
Nuestras heroicidades de mayores se reducen a haber llamado desde una cabina telefónica de esas que ya no existen, grabar cintas de casete, fumar dentro de los bares, llevar hombreras y tomar el sol mezclando la Nivea con la mercromina.
Pero nos gusta creer que hemos vivido al límite, sí. Y por eso lo contamos con cierta épica, como si ir en coche sin cinturón de seguridad hubiera sido una proeza, y no una auténtica gilipollez.
Nuestro único mérito fue el de vivir nuestro tiempo, el tiempo que nos tocó vivir, el que , desde luego, no pudimos ni elegir, ni encoger, ni dilatar, ni parar.
Ahora ya vivimos en otro tiempo, un tiempo que también es nuestro pero que es más de los otros , de esos que bailan en TikTok, dicen «en verdad» durante todo el rato, salen, dicen, por obligación y se angustian porque reciben pocos 'likes' en Instagram o en cualquier otra red social. Pensándolo bien, envidia de ellos, ninguna. En verdad ( como dirían ellos).