Los hechos se produjeron en la tarde del 14 de mayo de 2018. El piloto de una lancha a motor de las habitualmente empleadas para el narcotráfico se encontraba realizando maniobras peligrosas con la embarcación en un momento en el que la playa estaba bastante concurrida, tanto de bañistas como de otras embarcaciones.

Momentos antes de suceder la tragedia, el padre del niño recriminó desde su barca al piloto el peligro que suponían las maniobras que estaba realizando en una zona muy próxima a la orilla. Fue en ese momento cuando el piloto aceleró, perdiendo supuestamente el control de la embarcación, que se levantó del agua y terminó arrollando al niño, causándole la muerte instantánea.

El piloto, que fue detenido en el lugar de los hechos por la Guardia Civil, había recogido la lancha una hora antes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, ya que había sido requisada tras ser interceptada días antes con garrafas de gasolina para presuntamente surtir de combustible a las lanchas del narcotráfico.

El piloto ingresó en prisión a la espera de juicio, que arranca este lunes con una petición de la Fiscalía de 15 años de prisión. El suceso produjo una conmoción en la ciudad y generó una gran tensión entre los círculos cercanos a la víctima y al agresor.