Técnicos municipales han comparecido en la tarde de este viernes en el parque María Cristina para explicar el motivo de la tala de 19 árboles del parque María Cristina en el marco del proyecto de remodelación de este pulmón verde de la ciudad.

Los informes técnicos realizados para la obra de remodelación integral del parque ha identificado 19 árboles enfermos del total de 260 unidades que posee el María Cristina, además de otros que están en estudio. 

El motivo de que estos árboles se encuentren así proviene, según la explicación de los técnicos, de podas realizadas hace entre treinta y veinte años. Ese fue el periodo en el que las podas indiscriminadas hicieron que los árboles sufrieran mucho, porque se les aplicaron desmoches que terminaron por provocar necrosis, oquedades y podredumbres. 

El estado de deterioro de estos troncos es visible, además de que han venido protagonizando caídas de ramas en los últimos años, en todos sus casos presentan un riesgo de caída. Uno de ellos, de hecho, cayó recientemente por su estado de deterioro.

Los 19 árboles afectados por esta situación son cuatro plátanos, cinco robineas pseudoacacias, dos fresnos, dos cipreses, cuatro yucas, un eucalipto y una grevillea. En todos los casos, se trata de árboles que poseen un alto índice de diana (probabilidad de caída en zonas de tránsito de personas), por lo que su tala ha sido una decisión técnica adoptada en base a razones de seguridad.

Los técnicos municipales han insistido además en que, en ningún caso, se trata de árboles centenarios. El parque María Cristina posee sólo algunos ejemplares que rozan los cien años de antigüedad y que se sitúan en las primeras plantaciones realizadas en la zona más próxima a Blas Infante.

Su mantenimiento actual, por otro lado, arroja poco sentido desde un punto de vista técnico: "Para mantener estos troncos, habría que estar continuamente desmochando los árboles para que no se produzca una copa que fuera peligrosa. Al final, es un tronco que estaríamos martirizándolo constantemente y que nunca más va a volver a ser árbol, y además el peligro de que cualquier día puede caer, porque ya tiene la patología".

Nuevas plantaciones

Los técnicos de Parques y Jardines han explicado con detalle el proyecto de reforma del parque. En total, se van a plantar más de 80 nuevas especies, entre las que se cuentan 40 roystonea regia (palmera real cubana de seis metros de altura), 40 cipreses stricta, 30 archotonphoenix alexandrae (palmera real australiana de cuatro metros de altura), además de otros ejemplares como chorisias o brachychiton rupestris.

En la zona que da a Blas Infante, se optará por una jardinería más mediterránea, que buscará el resultado de una "explosión de flor". En concreto, se va a dotar al parque de más de entre 16.000 y 17.000 plantas, por lo que "se va a rozar lo que es un jardín botánico".

El pavimento del parque va a seguir siendo igual, de zahorra, que ahora está mezclada con cemento y ahora se va a mezclar con un nuevo material, que hace que se consolide esa zahorra en el tiempo y más compactada. En ningún momento se va a hacer uso del hormigón.

El resto de la obra supondrá dotar al parque de 39 fuentes ornamentales unidas entre sí por un circuito de agua; el riego del parque, que es por difusión, se va a cambiar a riego por goteo, es decir, se va a llevar el agua al pie de la planta y a control remoto; la iluminación va a pasar a LED y se va a integrar la iluminación ornamental, con juegos de luces en diferentes zonas, potenciando la zona central y creando diferentes ambientes; se van a adecentar los aseos y el mobiliario urbano.