La música en vivo tiene en la noche algecireña un pequeño templo desde hace ya un lustro. Alberto Beltrán viene trabajando desde hace cinco años en crear un pequeño espacio de cultura independiente en el local McCartney, en la calle Sevilla, un bar que ha recuperado esa vieja esencia de los locales que dan su espacio a los músicos y artistas de todo tipo.

Un espacio pequeño en lo físico, pero cada vez más grande en la memoria sentimental de muchos algecireños, que han vivido durante estos cinco años algunas noches inolvidables de música en directo. Noches a las que McCartney dedicó un homenaje en la noche del pasado jueves, con una fiesta de aniversario a la que no faltaron los más fieles integrantes de la música nocturna de Algeciras.

El objetivo siempre certero de Tomoyuki Hotta estuvo allí para inmortalizarlo.